OPINION COLOMBIA... LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA – Periódico Página100 – Noticias de popayán y el Cauca

OPINION COLOMBIA… LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Por Oscar Arquez Van-Strahlen.

UNA CONTRIBUCIÓN AL DEBATE. No es la Historia integrada a las Ciencias Sociales. Son las Ciencias Sociales integradas a la Historia.

El debate que se ha generado en el país sobre la Enseñanza de la Historia de Colombia y de la Humanidad, en las hoy, instituciones educativas, antes escuelas y colegios, en el que han participado representantes de todos los sectores interesados en el tema, con mayor proporción de unos sobre otros, no ha considerado este elemento fundamental que titula este artículo. En efecto, el punto central del debate gira en torno a la existencia de una asignatura o área de carácter “independiente”, como fue presentado en el proyecto de ley de la senadora Vivian Morales y la existencia de la Historia “integrada” a los lineamientos curriculares de las Ciencias Sociales, como quedó aprobado en la ley 1874 del 2017. En el punto de los objetivos de la ley, no se debate nada, en absoluto, sobre estos, mucho menos sobre los referidos “lineamientos curriculares”, volviéndose más adelante a la referida contradicción si, “independiente o integrada”, y luego diferencias menores, sobre “comisiones” y “planes de estudio”.

Esta contradicción, como el mismo proyecto de ley, lo que deja ver, es un vacío de orden epistemológico y pedagógico sobre la enseñanza y aprendizaje de la Historia, en Educación Básica, al centrar su objeto de estudio en el “acontecimiento histórico” y no en los “procesos históricos”. Se reclama que los colombianos, hoy no saben de los “acontecimientos” fundantes de la “Patria” o “formadores” de nuestra “Nacionalidad”, desconociendo, que no son esos acontecimientos, sino los procesos en que estos se encuentran inmersos, lo que determinan las causas del pasado sobre el presente.  No es el “hecho histórico”, aislado, sino ese hecho histórico, entendido, comprendido en una intrincada relación de causas, actores, desarrollos, intereses y consecuencias. 

Por ello, la Historia, jamás puede ser concebida como “independiente” de las Ciencias Sociales, no tampoco, como un apéndice de estas, sino como el centro de la esfera que con su fuerza centrípeta las atrae y  sintetiza a todas. Concebir la Historia, como “independiente” de las Ciencias Sociales, es negar que para hacer Historia científica, hay que tener muy claro, de qué tipo de Historia, esto es de pasado, se está hablando y en este caso, estamos sabido, que se trata del pasado de los hombres, no de los primates, ni de los mamíferos, de alguna especie de flores, de aves, o de insectos. 

Es la historia de seres humanos, que vivieron en un determinado territorio, satisfaciendo sus necesidades básicas con diferentes modos y formas de producción, distribución, intercambio y  consumo de bienes y servicios, con un determinado sistema de códigos y normas, que se traducen en formas de  organización jurídica y política o de estados y con representaciones mentales que conforman todo el imaginario colectivo que conocemos como cultura. 

Luego entonces la Historia, la componen tres vértices y tres lados, definitivos en su comprensión: UNA SOCIEDAD. Esto es un grupo de personas determinado. UN TERRITORIO, esto es un espacio geográfico o hábitat, sitio o lugar de su permanencia. Y UN TIEMPO. Esto es un momento determinado de la existencia de ese grupo de personas, que llamamos, gente, comunidad o sociedad. En consecuencia, para entender y comprender Historia y luego enseñarla, hay que tener un horizonte de comprensión, constituido por las categorías que distintas  Ciencias Sociales han construido a lo largo de su proceso de formación científica. 

En este orden de ideas, la GEOGRAFÍA, se nos aparece como esa herramienta, que nos permite conocer ese “territorio”, que antes era solo Europa, Asia y África y que después del siglo XV, cambió en sus formas y dimensiones. Océanos, ríos, caminos, trochas, montañas, poblados, ciudades, países, fronteras, climas, faunas y floras, se van apareciendo ante nuestros ojos, exigiéndonos ese conocimiento que dan las categorías de la Geografía. Coordenadas, latitud, longitud, paralelos, meridianos, formas del relieve, tipos de clima, selvas y desiertos, se nos irán apareciendo junto con esos hombres, que van construyendo su TIEMPO HISTÓRICO. Y esos hombres tendrán una lengua, trabajarán de una determinada forma, serán en principio recolectores-cazadores, nómadas y luego pescadores a orillas de fuentes de agua y agricultores sedentarios. Luego serán artesanos, comerciantes y mercaderes, productores industriales, banqueros y financistas, que producían, distribuían, intercambiaban y consumían sus bienes y servicios de determinada forma. Por eso el horizonte de comprensión de la Historia necesita de las categorías creadas por la ECONOMÍA.  

Y se necesitará, la comprensión de conceptos, como  derechos, leyes, justicia, estado, constituciones, partidos políticos, violencia, guerras, y una de las más noveles Ciencias Sociales, aparecerá, entregándole a la Historia sus aportes: La CIENCIA POLÍTICA. Así como otras dos de sus hermanas dirán presente, la ANTROPOLOGIA Y LA SOCIOLOGIA; para ayudar a comprender, sociedades ágrafas o indígenas, la primera, o todas las manifestaciones que constituyen el objeto de estudio de la  denominada Historia Social, entre ambas. Historias de la conformación de los ethos,  de su fiesta, del vestido, del nacer y del morir, de las creencias religiosas, de las formas de hablar, de la música y la danza y muchas manifestaciones más de la cultura humana, necesitarán de los desarrollos teóricos y metodológicos, de estas y todas las Ciencias Sociales. 

Por eso la Historia y el Historiador, subsumen a todas las Ciencias Sociales y no éstas a la Historia y al Historiador.  Pero es posible que muchas Ciencias Sociales, sean vistas, también como “independientes” y dedicadas exclusivamente a examinar su objeto de estudio, en el tiempo presente e ignoren erróneamente, que todo presente tiene sus causas y muchas de ellas están en el pasado. Este aspecto lo criticaba con toda razón Adolfo Meissel Roca, a los economistas que carecían de formación histórica. Y esa crítica es válida, para los diferentes profesionales de las Ciencias Sociales. 

De tal manera que pretender concebir la Historia de una forma “independiente”, de las Ciencias Sociales, en el marco de modificar las consideraciones de la ley 115 o Ley de la Educación, sin tener presente el carácter holístico e integrado del conocimiento y los saberes, especialmente en los niveles de la educación y formación básica de niños y jóvenes o pretender diluir la Historia en el complejo objeto de estudio de las Ciencias Sociales, como lo planteó la referida Ley 115 y  como hasta ahora ha venido ocurriendo, no es más que una debilidad epistemológica, por decir lo menos, que tiene su origen en lo inadecuado por no decir que incorrecto currículo de la Educación Básica y Media en Colombia.

La Historia, en sí misma, contiene especificidades, que van desde la espacialidad y la cronología hasta los propios temas que trata. Por ellos hay desde Historia de la Humanidad, hasta Historia de las Ciudades y Barrios. Familias, o Hechos, pasando por la de Continentes y Países. Para referirnos a Colombia, son muy pocos los estudios, sobre la Historia Indígena, igual que los de los siglos XVI y XVII. Edgardo Támara se lo indicaba a Sergio Solano, en interesante diálogo, sobre las “revisiones y revisitaciones”, que éste viene haciendo   a nuestra Historia de Colombia, particularmente, la colonial. 

Sobre este concepto  de “colonia”, Armando Martínez, desde su posición de Director del AGN, cuestionaba, la conceptualización en tanto afirmaba que jamás fuimos una Colonia, sino parte de un Reino. Así las cosas “el entretejido de conjeturas” se amplía y desde todas las Ciencias Sociales se contribuye a tejerlo.  Para una Historia Indígena son básicos los conocimientos de antropología y arqueología y para el Descubrimiento y Conquista son necesarios los de paleografía. Han mejorado los estudios sobre el siglo XVIII y es conocida la preferencia de muchos “historiadores”, por los estudios de la formación de la república, que para muchos solo se ubica en las tres primeras décadas del siglo XIX. 

Hay pocos trabajos sobre la ocupación y transformación del espacio geográfico y la formación de ciudades. Marta Herrera Ángel y  Fabio Zambrano Pantoja han hecho aportes en este sentido. Los estudios de A. Meissel sobre Historia Económica del Caribe Colombiano, son de reconocida importancia.

De tal manera que el debate debe centrarse en cómo se estudia la Historia y qué papel juegan todas las Ciencias Sociales en ello, para que la Historia, pueda ser concebida como una ciencia útil, necesaria y pertinente, en tanto es capaz de dar luces para entender lo que hoy somos, como sociedad y como estado. Yo creo que la Historia las contiene a todas y no es una más de ellas. 
Mompox enero 27 del 2018

PAGINA 100 GANADOR DEL PREMIO COLIBRI DORADO 2021

ARTICULO DE PAGINA 100

BY: Oscar Arquez Van-Strahlen.

ILLUSTRATION: Oscar Arquez Van-Strahlen.

PAGINA 100 GANADOR DEL PREMIO COLIBRI DORADO 2021

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