No me escribas más BESOS – Periódico Página100 – Noticias de popayán y el Cauca

No me escribas más BESOS

Por: Elena Ortiz Muñiz

“Que tus labios me saben igual, que los labios que beso en mis sueños”

-SABINA-

        Llega el día en que nuestros labios encuentran aquellos otros que nos completan, nos definen, nos hablan sin palabras. Entonces la soledad se desploma y la polvareda que la caída deja tras de sí se llena de colores que lo inundan todo. De humedades que anestesian una a una las heridas infringidas. Y sin percibirlo apenas, nos reconstruyen más vivos, más enteros, más hermosos.

       ¿Por qué nos gustan tanto los besos? ¿Por qué de pronto ese simple contacto labio a labio nos muestra conceptos diferentes del amor? …y nuestro vientre se llena de mariposas redefiniéndolo todo, haciéndonos nacer en una nueva vida, o sueño, o dimensión. Todo se detiene y gira al mismo tiempo. Todo queda sepultado en el silencio que trepida bajo nuestros pies.

       Los besos conmueven, derriban muros y armaduras, nos doblegan…y tienen nombre. Un nombre que susurramos entre suspiros, que nace del beso mismo y nunca muere, porque el viento se lo lleva y lo dispersa entre las flores. O entre las nubes si es un beso que traerá mucho dolor. Hará falta que las lágrimas caigan también del cielo para que no se seque el alma ni el dolor lacere todo. Somos la esencia de esos besos que cincelaron nuestro corazón a veces reconfortándolo y otras hiriéndolo sin remedio ni compasión.

       El beso es magia y realidad. Es infierno o paraíso. Pero al mismo tiempo tan efímero que se lo lleva el viento. Hay besos impresos en hojas, otros que viven escondidos para que no se revele su existencia. Los besos son muchos y muy variados. Hay besos que se sueñan, pero no se dicen, otros que vuelan silenciosos como mariposas y se posan en los labios precisos sin que el destinatario lo sienta. Hay besos que nunca damos y los asfixiamos junto a los “te quiero” asesinándolos sin remedio.

        Dicen por ahí que las cosas más bonitas, los suspiros más sentidos, nacen entre besos, brincan hasta el alma y acarician el corazón. Los besos son capaces de sobrevivir al olvido. Se puede borrar de nuestra memoria un rostro, unas manos, una piel…pero no los besos. Ésos se quedan intactos, tatuados de por vida en los labios, aun cuando después haya otros, de bocas distintas. Cada una de ellas deja una marca indeleble habitándonos por siempre.

        Besar es mirarse por dentro, encontrar el final de un arcoíris que sin embargo vuelve a retoñar. Es llevar un trozo de corazón ajeno cosido muy cerca del pecho.

        Besar trae consigo tantas cosas. Así que cuando los labios se alejan y el amor se muere, duele ver los besos caídos, heridos y tan entristecidos.

         Los besos son adictivos, las bocas sellan grietas. Pero no todos los besos tienen el mismo efecto. La pasión debe ser compartida. Y si acaso los besos no llegaran nunca, siempre queda el recurso de los sueños. Ese lugar efímero en el reino del humo y lo etéreo en el que las tristezas se desvanecen y todo puede ser realidad.

         ¿Cómo fue tu primer beso? Cuéntanos tu historia, derriba ese “No me escribas más” por “Escríbelo todo” y sostengámonos unos a otros con palabras, prestándonos atención.

*Elena Ortiz Muñiz es Licenciada en Ciencias de la Comunicación, escritora y fundadora de “Alas para niños y jóvenes escritores”.

Obsesiones por el picorete

(¿acaso beso fugaz?)

Por Carlos Mata Puga

      Perder el piso por alguien y desear explorar sus labios y su boca, mordiéndolos, mojándolos, es una de las más exquisitas obsesiones que he padecido.

      Dos temas musicales acerca de esto me han marcado. El primero, escuchado por intérpretes de la trova yucateca en el hogar paterno y que arrojaba como caña de pescar para incitar a morder el anzuelo del deseo, de poder experimentarlo lúbricamente.

Beso asesino

                   Marco Antonio Vázquez.

En tu boca de fresa
Quiero besarte

Con un beso infinito
Que te estremezca
Y haga soñar

Que sea un beso que apague
Mi sed de amarte

Que me entregue tu vida
Que me de tu ansiedad

Que te deje un recuerdo
Que no puedas olvidar

Que sea abeja y que pique
Tu boquita de panal

Que te robe la calma
Que te deje sin alma

Es un beso asesino
El que te quiero dar

       El segundo tema era de la nueva trova cubana, una inquietud, un deseo, tal vez una amenaza, y como siempre he sido atrevido y besucón, lo cumplí enloqueciendo a la depositaria.

Besos (o Este beso)

                     Amaury Pérez

Te voy a dar un beso aunque me pese,
un beso que caliente mi osadía
un beso generoso todavía
un beso diminuto que no crece.

Un beso que no crece porque teme
que un ademan tu ira me derrame
un beso que es sin duda el del amante
aun bajo el antifaz que del amigo tiene.

Un beso caprichosos y ermitaño
que germina donde el sol no alcanza,
le faltan pretensiones y distancias
su recorrido esa tonto y apurado.

Un beso exagerado y atrevido,
enamorado que sin daño piensa
robar, sin que lo notes,
la despensa del placer y caer vencido.

Te voy a dar un beso sigiloso
un beso que equivoque la apariencia
hunde su acto total a tu inocencia
el cálido beso del tierno gozo.

Un beso que trastorne la conciencia
y que levante un monumento al erotismo
que te desvista de todo su egoísmo
y te despoje de toda la decencia.

Un beso enloquecido, sin criterio,
enamorado que sin daño piensa
robar, sin que lo notes,
la despensa del placer y del misterio.

Carlos recordó esas circunstancias motivado por lo escrito por Elena Ortiz Muñiz y atendiendo a su desafío de escribir.

PAGINA 100 GANADOR DEL PREMIO COLIBRI DORADO 2021

POPAYAN COLOMBIA

ARTICULO DE PAGINA 100

BY: Elena Ortiz Muñiz

ILLUSTRATION: Elena Ortiz Muñiz

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