Dormir en el espacio: ¿Cómo los astronautas consiguen una buena noche de sueño?
COMPARTE PAGINA 100
Si eres de las personas que lucha contra el insomnio en la Tierra, dormir en el espacio te puede parecer imposible. La microgravedad, los cambios de iluminación y las incómodas cabinas de la nave afectan la posibilidad de descansar profundamente, por lo que allá arriba se vive en un “jet lag” perpetuo.
Para que nos hagamos una idea de lo desafiante que es dormir en el espacio, solo debemos preguntarle a los expertos. Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) dan una vuelta completa a la Tierra cada 90 minutos y experimentan 16 atardeceres y amaneceres cada día. Con esta rutina, cualquiera tendría dificultades para encontrar un ritmo diario en órbita.
Sin embargo, estas personas en una misión a millones de kilómetros de distancia también han encontrado métodos para mantener un horario constante, junto con rutinas regulares para despertarse y acostarse. Este sería su secreto.
Una buena noche de sueño en órbita
La Agencia Espacial Europea (ESA) y el astronauta Andreas Mogensen están llevando a cabo un experimento con una lámpara diseñada para favorecer el ritmo circadiano de los astronautas en órbita, es decir, el reloj que controla los ciclos de sueño humanos. La exposición a la luz es obviamente un factor que influye en nuestro ritmo, ya que solemos despertarnos durante el día y dormir por la noche. Sin embargo, hay varios tipos de luz que pueden favorecer el descanso.
Uno de estos sería la “luz circadiana” probada por los dos fundadores de SAGA en una expedición de dos meses a Groenlandia. Andreas Mogensen instaló una lámpara con este tipo de luz dentro de la cabina de su tripulación el tercer día de la misión Huginn. La lámpara está sincronizada con el horario de sueño terrestre y cambia la iluminación a lo largo del día, en pocas palabras:
PUBLICIDAD PAGINA 100
- Por la noche, cuando los astronautas se van a dormir, la luz brilla en color rojo para simular una relajante puesta de sol.
- Y por la mañana, cuando toda la tripulación se despierta, la luz se vuelve azul para evocar los colores del cielo matutino.
Los colores de la luz han sido cuidadosamente seleccionados para imitar la luz natural del día, que los astronautas no experimentan mientras están en la ISS. De esta forma, las agencias espaciales se aseguran de que su tripulación tenga tiempos de sueño saludables y sin interrupciones. Algo fundamental para evitar la fatiga y cambios de humor, así como trastornos metabólicos, enfermedades cardíacas y problemas gastrointestinales.
Técnicas para dormir en el espacio
Aunque la luz es un factor importante para los ciclos de sueño, no es lo único que aleja a los astronautas de una buena noche de descanso en órbita. Muchos tripulantes, por ejemplo, tienen dificultades para mantener sus ojos cerrados debido a que sus sacos de dormir flotan en las paredes de sus dormitorios. Otros se ven superados por factores ambientales como la temperatura, el ruido o el dióxido de carbono. Y por supuesto, también existen astronautas a los que les cuesta dormir con los trajes espaciales.
En estos casos, la NASA y la ESA recurren a medidas especiales para garantizar una buena calidad del sueño. Una de estas medidas son los dormitorios privados, como los que se encuentran actualmente a bordo de la ISS, que minimizan la posibilidad de interrupciones por parte de otros miembros de la tripulación y permiten diferentes horarios de sueño. También está la opción de tomar melatonina o medicamentos para dormir a bordo, como el Zolpidem (un sedante), el Zalpelon (un sedante-hipnótico) y el Benadryl (un antihistamínico de venta libre).
Si ninguno de esos métodos funciona, los médicos de salud conductual están a solo una llamada de distancia. El Grupo de Rendimiento y Salud Conductual de la NASA, por ejemplo, brinda apoyo psicológico a los astronautas antes, durante y después del vuelo. Esto mediante una terapia cognitivo-conductual (TCC) del sueño que puede ayudar a los tripulantes a despejar la mente de los pensamientos acelerados que a menudo impiden que el cerebro pase al modo de sueño.
Es por todo esto que los astronautas logran descansar entre seis y siete horas cada noche y a millones de kilómetros de la Tierra. Así que sí, tener una buena noche de sueño en el espacio exterior puede parecer difícil pero no es imposible.
Referencias:
A good night’s sleep in orbit https://phys.org/news/2023-09-good-night-orbit.html
FUENTE: tekcrispy
COMPARTE PAGINA 100
