Dólar por las nubes: pros y contras para la región Caribe

El alza de la moneda estadounidense, que ha superado sus máximos históricos, trae puntos positivos para el turismo regional, pero, por ejemplo, golpea la canasta básica familiar.

El precio del dólar superó sus máximos históricos en los últimos días y en la región Caribe ya se sienten los efectos de esta situación. Las ventajas y desventajas para esta zona del país, en sectores como empleo, industria y turismo, fueron analizadas por economistas de la Universidad Simón Bolívar, quienes plantean alternativas para valorizar el peso colombiano. 

A criterio de los expertos, el dólar ha subido debido a tres factores fundamentalmente: uno, la recuperación de la economía de Estados Unidos; dos, la crisis de dicho país con Irán por cuestiones nucleares; y tres, las tensas relaciones comerciales con China.

Estos hechos han aumentado la incertidumbre entre los inversionistas que prefieren asegurar su dinero comprando dólar y aumentando la demanda por esa divisa en los países, especialmente en los emergentes, que optan por esperar a que la situación se normalice.

“De los tres factores, el de mayor impacto en la subida del dólar es la guerra comercial con China y la amenaza  de Estados Unidos de aumentar en más de 300 millones de dólares los aranceles. Esto causa tensión en una economía globalizada y afecta a la mayoría de las monedas latinoamericanas. Igualmente, la baja del precio del petróleo, en el caso de Colombia  y México, devalúa la moneda de estos países”, enfatizó el economista Ezequiel Quiroz Narváez, profesor e investigador de Unisimón.  

La moneda colombiana es la segunda divisa más devaluada en el último año, después de la argentina, tras alcanzar una depreciación superior a 15 % en agosto pasado, según la plataforma Bloomberg. 

Otros factores de esta alza del dólar son la posible recesión económica  en  Alemania, la clausura del parlamento británico, y los problemas económicos y políticos que se presentan en Argentina, México y Venezuela, entre otros.

“En Colombia, el problema político y los conflictos en proceso de paz, con la decisión de varios ex jefes de las Farc de regresar al campo de batalla; las fluctuaciones en la tasa de interés norteamericana, que crean incertidumbre y prevención en la sociedad, también inciden en que el dólar esté en niveles históricos, alrededor entre $3.450 y $3.500”, precisó Florentino Rico Calvano, economista e investigador de Unisimón.

Pros para el turismo nacional

Por tratarse de una zona donde se encuentran principales atractivos turísticos de Colombia, como Cartagena, Santa Marta o Barranquilla, la región Caribe puede sacar provecho del aumento en la moneda norteamericana. 

La industria del turismo es la más favorecida con la subida del dólar y la llegada del flujo de turistas. Resulta atractivo para los extranjeros llegar a las capitales de la costa Caribe con un dólar fuerte que disminuye sus gastos en un 40 % aproximadamente. “Hoy los hoteles y demás paquetes vacacionales son más baratos para ellos,  eso aumenta el flujo de visitantes a la región, se origina más trabajo y ganancias”, expresó Rico. 

Ezequiel Quiroz afirmó que, igualmente, sectores tradicionales y consolidadas empresas dedicadas a la exportación sacarán provecho de este panorama económico y seguramente impactarán el empleo de manera positiva.

Otros beneficiados son los habitantes de esta región que reciben remesas de los inmigrantes en Estados Unidos y otros países. Las remeses  se incrementaron un 10,4 % a corte de julio pasado, y alcanzaron los 3.815 millones de dólares, de acuerdo con el Banco de la República. Los colombianos que viven en el exterior, en el último año, enviaron al país cerca de US$ 6.683 millones, que representan $21 billones que ingresaron a la economía nacional.

Sin embargo, la situación es contraria para quienes tienen familiares e hijos en el exterior, a los cuales se les aumenta el valor de las remesas por haber un dólar más fuerte.  

Contras y recomendación

El incremento del dólar golpea a las economías emergentes e incide profundamente en las finanzas de la región Caribe, haciendo mella en sectores claves para el desarrollo y crecimiento económico. Ello implica un freno en proyectos de gran envergadura, alcanzar niveles de ventas de 10.269 millones de dólares,  y no permitir que se logren los 866.000 empleos programados sobre la base del desarrollo del comercio. 

“Un tipo de cambio alto afecta la economía de la región con efecto dominó en las exportaciones e importaciones. Los factores mencionados conllevan a incertidumbre y frenan cualquier proceso de inversión. Además, se entra en la especulación y se deprecia la moneda”, enfatizó Florentino Rico. 

Otra desventaja es que quienes tienen planeados vacaciones y viajes de negocios ahora tendrán mayores gastos por los altos costos que representa comprar en dólares. Las empresas que deben importar nuevas maquinarias para sus procesos productivos notarán también un incremento en los precios de productos y, así mismo, sus pasivos en monedas extranjeras serán mayores.

Para el investigador Rico, preocupa que sectores de la región caribe que sustentan en el 89 % de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyME) y el 11 % de las empresas grandes se ven impactados por los cambios bruscos del dólar, desde cada una de sus actividades productivas de bienes y servicios. 

Ezequiel Quiroz señaló también que el sector importador, al tener que pagar más pesos por lo que compra fuera del país, generará mayor inflación, especialmente en los artículos que hacen parte de la canasta básica familiar, y en los bienes de capital importados, con lo que se genera una cadena alcista que terminaría por afectar el bolsillo de los colombianos.

Para evitar efectos negativos en la economía, los expertos investigadores recomiendan que el Banco de la República ponga en circulación parte de reserva de divisas del país, para tratar de controlar los cambios bruscos en la tasa de cambio.

Golpe a la canasta familiar 

Las arremetidas del dólar han impactado directamente algunos productos de la canasta básica familia y, en consecuencia, el bolsillo de los colombianos. 

Leonardo Mulford, gerente comercial de la central de abastos del Atlántico (Granabastos), explicó que las alzas han afectado los precios de granos y cereales, como zaragoza, lenteja y frijol blanco, porque estos productos son importados. El aumento en los precios varía entre el 10 % y 15 %. 

El golpe más fuerte a la canasta básica es el del incremento en el precio del arroz, que en gran parte viene desde Ecuador, y que ha subido en  6 %. “Este es un producto que tiene un peso muy grande en la canasta básica familiar e incide en que se aumente la inflación del departamento. Todas las casas comen arroz, es de primera necesidad, y cualquier variación tiene unas consecuencias fuertes para los consumidores finales”.  

Hay otros productos que también han  subido entre el 10 % y 15 % y que no son parte de la canasta familiar, como las frutas importadas: manzanas, peras, duraznos, cerezas.  

Inflación y deuda externa 

La deuda externa del sector público colombiano llegó a 71.944 millones de dólares a mayo de este año, mientras la deuda del sector privado llegó a 61.448 millones de dólares a esa fecha. Expertos consideran que esto pondrá más presión en los balances empresariales y el presupuesto del Gobierno, hechos con una perspectiva de crecimiento del 4% y un dólar a $3.129.

En cuanto a la inflación, la meta del Banco de la República para este año es de 3%, pero a corte de julio pasado registraba un crecimiento del 3,79%. Esta meta hace referencia a la inflación de precios al consumidor a fin de cada año, la cual se mide como la variación doce meses del Índice de Precios al Consumidor (IPC), calculado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). 

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Fuente: / Source: www.elheraldo.co